Para presentarles a Bibi, como le decimos todos en Allegro, le pedí una “cita”, quería tener el tiempo para conversar con ella y encontrar como expresar aquellas cosas que más le admiro.
Lo primero que destaco es su pasión por aprender, lo cual se ve claramente reflejado en sus títulos como pianista del Conservatorio de la Universidad Nacional, en su Maestría en Pedagogía del Piano de esta misma universidad, o en la Especialización en Gerencia y Gestión Cultural de la Universidad del Rosario que terminó en el 2017, además Bibi es una profesora que por lo menos una vez al año está realizando cursos en pedagogía Suzuki, Orff, Dalcroze o cualquier otra que se le atraviese y que considere importante aprender para compartirla con sus alumnos.
La segunda cualidad que considero muy valiosa en ella es su generosidad, principalmente con sus alumnos, sean los que sean, los de la Universidad Central, donde Bibi trabaja actualmente, los de los colegios en que ha trabajado, los que recibe en su casa, los de Allegro, ellos se convierten en su motor. Es usual verla preparando clases, hablando sobre sus estudiantes, buscando todas las oportunidades posibles para que toquen, aprendan, se conozcan entre ellos y con otros que hacen lo mismo, para enriquecer las experiencias que tienen. De hecho, Bibi es la abanderada de los alumnos en donde ella se encuentre y le den la posibilidad, que hay un festival por acá, y hay otro por allá, y que si vamos al Museo Nacional, o si tocamos en el Otto de Greiff o hacemos un encuentro de estudiantes, y si vamos a tocar a la universidad, y que si vienen a tocar de la universidad acá y que estamos en los 15 años de Allegro y por qué no organizamos un ciclo de conciertos, y hagamos antes de cada concierto un conversatorio… y así de forma imparable, por lo cual un gran porcentaje de las actividades que se realizan en Allegro tienen a Bibi, como gestora, impulsora, organizadora, etc.
Una tercera característica que destaco de esta mujer es su gran pasión y entrega en todas sus actividades. Tiene una visión muy clara sobre lo que quiere lograr con sus alumnos, lo cual hace que sea una maestra muy amorosa, pero a la vez muy exigente, por lo cual sus mayores enojos y frustraciones se relacionan con no obtener de parte de sus alumnos o de las instituciones la reciprocidad que amerita su esfuerzo.
Bibi es una mujer que permanece en movimiento, necesita aprender, enfrentar nuevos retos, explorar, viajar, tocar (además del piano toca la guitarra, el tiple y la bandola), hace yoga, tai-chi, pilates, baila, ha cantado en coros durante mucho tiempo, dirigió la Asociación Suzuki de Colombia durante 4 años y cuida de sus dos gatas Lince y Nahia como si fueran sus hijas.
Mientras tomábamos unas deliciosas onces en una de sus recomendaciones culinarias (de muchas que tiene), conversamos sobre sus años en el colegio (en donde siempre se destacó académicamente), su inicio en la música, su maestra de piano en el Conservatorio, sus maestros posteriores como Harold Martina, a quien le tiene una gran admiración y respeto, sus aficiones, sus alumnos, su visión de la vida… habría mucho más para contar, pero voy a dejarlo aquí, solo un abrebocas.
Personalmente, siento una enorme gratitud y un inmenso orgullo de que Bibi forme parte fundamental de nuestro equipo de profesores, es una persona con un alto nivel de compromiso, responsabilidad, exigencia, iniciativa y además es de aquellas maestras excepcionales, involucrada profundamente en el proceso de cada uno de sus alumnos, no solo para que sean excelentes pianistas, sino sobretodo para que sean unos excelentes seres humanos.