Iniciamos nuestro ciclo de conciertos de celebración de los 15 años de Allegro con un recital de Nicolás Urrego y Daniel Fernando Torres, con quienes hicimos un conversatorio antes de su presentación.
Fue muy interesante conversar con tus alumnos ya convertidos en músicos profesionales, en hombres, y recordar los años en que hiciste parte de su vida, en que eran todavía pequeños. Creo que a los profesores nos pasa como a los papás, nos cuesta verlos grandes, siempre los vemos como “nuestros niños”. Así que aprovechamos para rememorar su historia en Allegro, anécdotas, “jalones de oreja”, la insistencia de los maestros en ciertos temas. Por supuesto, ya en este momento todo esto tiene un significado diferente y se ven claramente los frutos de la disciplina conseguida con tanto esfuerzo durante años, y además, ahora estos dos profesionales empiezan su rol de profesores con sus primeros alumnos y entienden qué es estar parado del otro lado.
Estas imágenes del conversatorio volvieron a mi mente cuando veía hace unos días la conferencia de un empresario mexicano que le hablaba a los padres sobre los “ninis”, refiriéndose a aquellos chicos que “ni estudian, ni quieren trabajar”, según parece esto es, tristemente, más común de lo que me imaginaba, y hace parte de una sociedad en la que no somos capaces de darle sentido a las vidas de muchos de nuestros jóvenes, lo que me dejó muy en claro la importancia de crear una disciplina como la música en la infancia. Somos muy afortunados de tener la posibilidad de fomentar en nuestros niños una actividad que les enseña a estar ocupados, a organizar su tiempo, a ser más eficaces en el estudio, a percibir cómo van consiguiendo objetivos y a buscar cada vez metas más grandes, les hace sentirse exitosos, refuerza su autoestima, y les enseña a ser felices con lo que hacen y comparten en su entorno.
Daniel y Nicolás apenas empiezan otra etapa de sus vidas, ambos tienen muchos planes y están listos para encarar un mundo cada vez más competitivo, más veloz, más tecnológico, con desafíos muy distintos a los que enfrentamos nosotros, en un oficio que lleva muchos años aprender, que no te da posibilidad de dejar de practicar si quieres conservar y mejorar el nivel que tienes. Es una labor que hacemos de la misma manera que se hacía hace tres siglos… pero con luz eléctrica, en la que como decía Nicolás “siempre habrá alguien mejor y alguien peor que tú”.
Veo a estos chicos con una emoción profunda y reconozco en ellos las herramientas, no solo técnicas, sino también humanas para afrontar el futuro, veo su capacidad de esfuerzo, su disciplina, su tesón, sus ganas de seguir aprendiendo y sé que esto es lo más valioso que les dejamos.
Considero muy seriamente que una disciplina como la música en los seres humanos, no solo para los que en algún momento deciden ser músicos, sino para todos, es un aprendizaje que puede conducir la vida por un camino de mayor satisfacción, en el que aprendes a dar lo mejor de tí mismo, a ser más determinado, a entender tus límites y superarlos, a ver y compartir con otros y a realizar, ya seas tú solo, con alguien más o en un grupo una actividad que te llena de alegría, te permite expresarte y le da un mayor significado a tu vida.
Nicolás Urrego https://youtu.be/8dls8r9Brho
Daniel Torres https://youtu.be/dLEwkcmoZgw
